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¿Qué es el internet de las cosas?

El Internet de las cosas, también conocido como IoT, es decir, Internet of Things, es el término empleado para definir la tecnología que permite conectar a internet objetos de nuestra vida cotidiana. Desde un robot aspirador hasta un smartwatch, la función de esta tecnología es la de interconectar distintos objetos “inteligentes” a la red para que estos puedan intercambiar información entre sí con el objetivo de automatizar ciertas tareas.

Una tecnología al alza que ha crecido exponencialmente en los últimos años y que muy probablemente seguirá protagonizando una revolución tecnológica en nuestros entornos gracias a la transformación de procesos cotidianos.

Aplicaciones del internet de las cosas
Los campos en los que podemos llegar a aplicar el Internet de las cosas (IoT) son muy variados. Sin embargo, estos son algunos de los principales a día de hoy:

  • Domótica. En este caso, el IoT trabaja para automatizar procesos relativos a los servicios y aparatos electrónicos de una vivienda. Desde el agua, la luz o la calefacción, hasta los electrodomésticos o complementos electrónicos de la misma, con el objetivo de mejorar el bienestar del usuario. Un ejemplo del IoT en domótica serían las luces inteligentes conectadas a la red, que se pueden encender, apagar y modular a través de un teléfono móvil o un asistente de voz.

  • Wearables. Smartwatches, bandas fitness, gafas inteligentes, son algunos de las tecnologías que una gran parte de la población ya lleva consigo cada día. Equipados con sensores y hardwares capaces de llevar a cabo las mediciones y lecturas necesarias, estos inventos de compañías como Google, Apple o Samsung nos permiten desde recibir mensajes en nuestra muñeca hasta vivir la Realidad Aumentada, pasando por la medición diaria de nuestro gasto calórico.

  • Transporte y logística. Monitorización de vehículos, transporte de mercancías… En definitiva, el internet de las cosas también permite la geolocalización en tiempo real de cualquier objeto de interés, lo que, a su vez, permite una mejor gestión del trabajo, agilizando, por ejemplo, los repartos. En este caso, el ejemplo perfecto son las plataformas de tracking que te permiten localizar dónde se encuentra tu pedido en cada momento.

  • Retail. Algunos gigantes de la moda, como el grupo Inditex, ya ofrecen la opción “modo tienda”, que permite a los usuarios conocer las ofertas de la marca o localizar sus prendas dentro de sus tiendas físicas en segundos gracias a pequeños Beacons, pequeños sensores con tecnología Bluetooth que se comunican con dispositivos inteligentes.

  • Videovigilancia y seguridad. Sensores y alarmas interconectados entre sí y con las compañías de seguros, ofrecen mayor efectividad a la hora de garantizar la seguridad de una vivienda o de prevenir situaciones de riesgo como incendios o intoxicaciones.

  • Medicina y salud. En estos casos, los objetos inteligentes conectados a internet, cuya función está relacionada con algún aspecto de la salud, lo que hacen es medir y detectar variaciones en parámetros como el azúcar o las constantes vitales, alertando de un cambio significativo para evitar una situación de riesgo. Un ejemplo de estos dispositivos pueden ser los medidores de glucosa en sangre, que mandan un mensaje a un número de teléfono siempre que detectan parámetros anormales.

Ventajas y desventajas del internet de las cosas

La llegada de esta tecnología a nuestras vidas nos ha abierto un mundo de posibilidades. Sin embargo, estos dispositivos conectados a la red e interconectados entre sí también plantean ciertas consideraciones que no debemos pasar por alto. Por ello, a continuación, os exponemos algunas de las principales ventajas y desventajas de esta tecnología.

Ventajas del internet de las cosas:

  1. Capacidad para conectarse a la red. Es decir, capacidad para acceder a un gran volumen de información de forma instantánea. Un ejemplo podría ser un televisor conectado a la red, el cual es capaz de acceder a diversas aplicaciones que multiplican las opciones de contenido para el usuario.

  2. Intercambio de información en tiempo real. Como comentábamos en el ejemplo de la videovigilancia y la seguridad, el internet de las cosas permite un intercambio de información al momento, lo que posibilita la efectividad de algunos servicios.

  3. Ahorro energético. Una ventaja muy importante del IoT es que, al automatizar y monitorizar procesos, se pueden crear estrategias más efectivas que nos ayuden a reducir nuestro consumo. El mejor ejemplo en este caso lo encontramos en la climatización de los hogares, que se adaptan a los parámetros marcados en función de las condiciones exteriores, lo que permite usar de forma más adecuada los recursos disponibles.

  4. Comunicación directa con el entorno. El internet de las cosas busca facilitar la vida del usuario. Por ello, otra de sus ventajas es que nos permite realizar tareas cotidianas a través de comandos de voz o de nuestros smartphones.

Desventajas del internet de las cosas:

  1. La información no está cifrada. La principal desventaja de esta tecnología es que resulta muy sencillo acceder a la información que recoge, lo que supone un problema de privacidad y de seguridad para los usuarios que la utilizan, pues es fácilmente hackeable.

  2. Requiere de inversión previa. Para poder hacer uso de sus ventajas, es indispensable contar con aparatos electrónicos que dispongan de dicha tecnología; no vale, por ejemplo, con actualizaciones del sistema.

  3. Aumenta la brecha tecnológica. En relación con el punto anterior, el necesitar de una versión económica previa para tener acceso a esta tecnología incrementa la brecha tecnológica con aquellas personas que no tienen acceso a los mismos recursos que la mayoría.

  4. Problemas de compatibilidad. Además, el internet de las cosas no tiene un sistema estandarizado, por lo que no todos los aparatos electrónicos que disponen de él son compatibles entre sí.

Si las ventajas pesan más que las desventajas, o al revés, es algo que solo puede decidir cada usuario. Sin embargo, lo que sí podemos afirmar es que el IoT ha llegado para quedarse y, en los próximos años, una de sus tareas principales consistirá en dar solución a todas las cuestiones que hoy hemos mencionado en la lista de desventajas de esta tecnología.

Ejemplos de IoT

Vehículos conectados. Algunos automóviles y camiones utilizan cámaras habilitadas para IA, sensores de movimiento y ordenadores a bordo para conducir de forma más segura por todo tipo de carreteras, independientemente del tráfico o de las condiciones climáticas. Un servicio especialmente útil para flotas comerciales, que añaden un plus de seguridad a sus transportes.

Vigilancia ambiental. A través de este tipo de dispositivos conectados a la red se pueden recopilar datos sobre la calidad del aire, el agua, datos meteorológicos y otros datos medioambientales. Dicha información puede emplearse para predecir desastres naturales e incluso para reducir la huella de carbono de las empresas, al documentar de forma efectiva las consecuencias de nuestro consumo.

Edificios inteligentes. Más eficientes energéticamente, cómodos, convenientes e incluso seguros, este tipo de edificios permiten una mejor gestión del entorno a través de los datos en tiempo real y las tecnologías de automatización.

Gestión de la cadena de suministro. Sensores de baja potencia, GPS y otras tecnologías de seguimiento permiten a los gerentes de dichas cadenas planificar de forma efectiva el envío y recepción de productos.

Gestión comercial, agrícola e industrial. Desde credenciales con chips RFID para controlar el acceso físico a determinadas instalaciones, hasta tecnologías de ubicación integradas para automatizar y maximizar la plantación de semillas, el IoT se puede emplear en cualquier sector empresarial.

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