Con el mundo y las conductas de los consumidores cambiando de manera significativa en cuestión de semanas, e incluso días, en lugar de en meses y años, la COVID-19 ha dejado al descubierto las limitaciones de las cadena de suministro actuales. Este cambio mundial tan drástico ha agudizado los obstáculos ya existentes, como la mala programación de la producción, la falta de agilidad y la creciente deuda técnica, lo que ha dejado a muchas organizaciones en crisis. Mientras tanto, las empresas con mayor capacidad de adaptación están utilizando tecnologías inteligentes y predictivas para aprovechar esta oportunidad e impulsar la cuota de mercado.
Para amoldarse a la nueva normalidad de cambios, las organizaciones deben replantearse su cadena de suministro.